martes, 13 de marzo de 2007

¡Ah! ¿Es que los “pobres” no voláis?

Imagen tomada de: www.kaosenlared.net


Desde que llegué a Madrid me costó muy poco darme cuenta dónde se movía el dinero (y mucho) y las diferencias abismales que hay entre los distintos barrios.

No penséis, que soy un descerebrado camarada de “abajo los ricos". A mí me parece muy bien que la gente trabaje, y llegue a ganarse sus buenos dineros. Es algo que a mí me gustaría hacer un día también.

Pero basándome en este razonamiento, ¿alguien me asevera que un súper Borja Mari que estudia en la Francisco Victoria, y se va clase en su Audi regalado por papá y mamá, se lo gana más que mi amiga V?

Mi amiga V es de Carabanchel, tiene 20 años y estudia en la Complutense Filología inglesa. Es una chica normal por la excepción que debido a una enfermedad no tiene las piernas correctamente desarrolladas y se mueve en silla de ruedas. Y la verdad que moverte con ella es toda una aventura.
Por un lado aún es algo joven para haber desarrollado toda la mala leche que necesita para que la respeten, pero por otro lado en Madrid este tipo de personas importan lo mínimo.

Moverse con ella por el centro es un infierno, con tanta obra y falta de desniveles es un constante “saltito” con la silla. Eso cuando hay aceras, claro. Y vallas para dar forma al circuito.
Luego que en muchos autobuses si van llenos no la cogen (aunque según sus normas, “deberes de la empresa” artículo 24, la empresa “tiene la obligación de promover la accesibilidad”). El jueves pasado no funcionaban ni los ascensores de plaza de España ni de Callao para el metro y a veces cuando va a la Universidad no puede ir a las clases porque no funciona el ascensor (y puede llegar a estar así una semana).

Hay que hablar en esta historia también, de los indeseables que aparcan en pasos de peatones, dobles filas, desniveles y aceras (véase el ejemplo de Borja Mari anterior), que te hacen tener que saltar la acera y buscar otra ruta. Este tipo de situaciones las ves los fines de semana sobre todo delante de restaurantes y bares, a lo que la policía, según el caché del restaurante hace la vista gordísima.
Esta mala educación no sólo afecta a gente en silla de ruedas, sino a mamás y papás con carrito, gente que pueda llevar un carro o maleta con ruedas…

Cuando me muevo por las zonas de Castellana y aledaños veo la cantidad de cochazos que cometen las mismas infracciones. No puedo evitar fijarme también en los grandísimos portales que hay y ni uno con rampa.

La gente “acomodada”, ¿no lleva carros de niños? ¿No tienen a nadie que use sillas de ruedas? ¿No tienen problemas de ese tipo?
Será que vuelan y yo no me he enterado.

Y será por eso que se piensan que los demás lo hacemos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo está el patio...